El protocolo es una herramienta que estandariza procedimientos con el objetivo que quienes integran la organización conozcan a dónde recurrir y cómo la institución aborda una situación específica por la que se quiere realizar una consulta.
Para prevenir y erradicar la violencia se requiere una estrategia que aborde 3 dimensiones:
- El compromiso de los/as líderes por construir espacios de trabajo inclusivos y seguros,
- La transformación cultural de los equipos y
- Un procedimiento de actuación ante consultas.
La finalidad es prevenir la violencia en el ámbito de las actividades de AFS, la cual incluye a todas las personas que forman parte de la organización, incluyendo pasantes y voluntarios/as. También, ofrecer instrumentales para la resolución y reparación e iniciar un camino de aprendizaje para desnaturalizar comportamientos violentos. Se prevé sanciones sólo como respuestas a situaciones graves con el objetivo de proteger a la persona afectada y de dar un mensaje claro a toda la organización de que las conductas violentas no son toleradas.